5 aprendizajes para combatir el bloqueo escritor.
La verdad detrás de mis bloqueos y cómo los supero. 5 aprendizajes mientras escribo.
Escribir una novela supuso para mí un reto. Por una parte muy ilusionado con la historia que quería contar, por otra con los miedos típicos de no haber escrito nunca nada más largo que un relato de dos páginas.
Hola, soy Antonio de Rosa, y hoy te hablo sobre cómo he superado los bloqueos que he tenido a la hora de escribir.
Lo cierto es que en ningún momento me planteé escribir una novela. Tenía una historia en la cabeza y escribí un par de páginas. Al ver la reacción de los que leyeron ese texto fue cuando decidí que sí, que podía haber una historia más larga.
Primer aprendizaje: a partir de ahí me di cuenta de que soy capaz de desarrollar historias con poco.
Me decidí a escribir capítulo de la época actual (año 2011) y capítulo de corte histórico (año 1610). Al principio todo iba como la seda, hasta que comenzó a no gustarme cómo derivaba la historia.
Segundo aprendizaje: investiga todo lo relacionado con personajes, localizaciones y ambientación antes de ponerte a escribir el grueso, porque si no, tienes parones que ralentizan el proceso.
Después de un par de años investigando e intentando superar la pereza/procrastinación (peor enemigo de un escritor), una noticia me encendió la bombilla para continuar la escritura.
Tercer aprendizaje: mira y lee todo lo que caiga en tus manos sobre el tema que estás tratando porque nunca sabes dónde va a estar la clave de la historia.
Esa noticia fue, en realidad, el final que había soñado para mi novela. Habrá quien le guste y quien no, pero yo vi que ese era el final de la historia.
Y comencé a escribir las historias por separado: por un lado la época actual (2011) y por otro el momento histórico (1620 íbamos ya). Después vino un trabajo de ensamble de la historia para que todo cuadrara.
Cuarto aprendizaje: escribe cada día, aunque te esté costando y lo que salga no sea maravilloso. Ya habrá tiempo de ir atrás y reescribir esa escena, o capítulo, como sea que escribas.
Ya estaba terminada la novela. Bueno, no. Solo estaba escrita la historia, un borrador que no suele ser precisamente bueno. Creo que es Brandon Sanderson el que dice que el «primer borrador de una novela es una mierda»(sic). Yo no lo veía así.
Nos pusimos a corregir como locos Julia y yo. Hasta que todo lo veíamos en orden: capítulos, saltos, trama, personajes, historia.
Quinto aprendizaje: Corrije, corrije, corrije hasta que el texto esté pulido, hasta que no seas capaz de escribir mejor una frase. Así que hay que ir corrigiendo y reescribiendo frase a frase. Sin miedo a borrar o recortar. Lo importante es la historia.
Todos estos aprendizajes son los que me han sacado del bloqueo cuando no sabía cómo seguir. Y todos los he descubierto escribiendo. Si te quedas en el sofá esperando a que llegue la inspiración siento decirte que no llega, así que al menos, que te pille escribiendo cuando venga.
Esto es todo por esta semana.
¡Ah! Te prometí el nombre del personaje histórico en el que se basa la nueva historia de Salva Reina. Aquí lo llevas: Bartolomé Esteban Murillo.
Nos leemos la próxima semana.