Cuando comencé la escritura de «El secreto del nazareno» ni siquiera me planteé si quería escribir por capítulos o por escenas. De hecho, mi único objetivo fue escribir. ¿Qué ha cambiado desde entonces?
Buenas, soy Antonio de Rosa, hoy quiero hablaros de cómo ha evolucionado mi forma de escribir y afrontar cada uno de los capítulos de mi nueva novela.
Escribir por escenas o por capítulos. Todo de corrido o bien planificado. Estas son algunas de las dudas que surgen a un escritor cuando se pone a escribir un texto largo (bien un relato extenso, una novelette o una novela). Seguramente habrás oído mil veces eso de ser escritor de brújula o de mapa. El de brújula es el escritor que no tiene premeditado lo que va a escribir (o al menos no demasiado). El escritor de mapa es ese que planifica todo (tramas, personajes, capítulos e incluso escenas).
Aunque, en realidad, en el equilibrio está la virtud. Me explico.
Yo soy escritor de mapa, planifico los capítulos, los personajes con mucha precisión y las tramas para que queden bien redondas y cerradas. Pero cuando comienzo a escribir dejo fluir mis dedos en el teclado y no siempre va el capítulo tal cual yo lo pensaba. Se parece mucho, pero dejo bastante libertad a lo que van haciendo y diciendo los personajes.
Ahora bien. Al principio comencé a escribir capítulos enteros (cortos, eso sí, porque es una de mis señas a la hora de escribir). Pero ahora escribo más por escenas.
¿Y por qué he cambiado? Porque me resulta más cómodo ponerme a escribir 300-400 ó 500 palabras de un capítulo y cerrar la escena. Retomo otra y así tres o cuatro escena por capítulo, lo que me da para que cada uno de los capítulos tenga alrededor de cinco o seis páginas.
¿Cómo lo he conseguido? Con programas de escritura específicos.
Antes usaba word, que te permite escribir en una hoja en blanco. Pero para poder irte de forma rápida a algo anterior debes abrir el documento y buscar dentro, algo lento y tedioso.
Con bibisco, el programa que yo uso, tengo dentro de mi proyecto todos los personajes, la trama, los capítulos, un análisis de los capítulos, la línea del tiempo y hasta mapa de relaciones entre personajes, a los que puedo acceder sin tener que salir del sitio donde estoy escribiendo. Además el programa da la posibilidad de crear escenas dentro de cada uno de los capítulos y añadir etiquetas a cada una de ellas para ver quién narra, qué personajes están implicados, en qué trama y en qué espacio temporal se halla.
Los que conocéis «el secreto del Nazareno» sabéis que hay dos líneas temporales. Con este tipo de programas es muy fácil escribir en una de ellas e irte a la otra en cualquier momento sin tener que salir de allí.
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He encontrado una forma de narrar muy precisa, que me hace estar dentro de la historia en todo momento y en la que pierdo poco tiempo buscando.
El programa es gratuito con muchas funcionalidades y después, si te gusta y lo usas mucho, como yo, tienes la posibilidad de la opción de pago por poco dinero para siempre.
La próxima semana habrá sorpresas en el boletín. No te lo pierdas.
Nos leemos.